¡Hoolaa! Antes de entrar en materia con el post de hoy, quiero pedirte disculpas por haberme perdido por tanto tiempo. Cuando comencé el blog, me prometí a mi misma que sería consistente y publicaría cada semana, pero la verdad es que a veces (o casi siempre) las cosas no se dan como una las planea, así que decidí poner en pausa el blog y concentrarme en otro proyecto que también es muy importante para mí: ¡mis muffins! En las últimas dos semanas estuve trabajando arduamente en construir una plataforma para que puedas ordenarlos en línea y recibirlos en cualquier parte del país. Déjame contarte que no fue nada fácil, pero de que valió la pena, la valió. La satisfacción que se siente cuando alguien me envía un mensaje diciendo que recibió sus muffins y que les gustaron no tiene comparación.
Todo ese proceso me tuvo bastante agotada (física y mentalmente) así que no estaba en el "espacio mental" para sentarme a escribir algo por aquí. Mi cabeza sólo pensaba en muffins y en envíos. 😅 Pero ya que todo está funcionando bien, me siento lista para volver a asumir el compromiso que es para mí este blog y seguir brindándote contenido de calidad.
Ya sí, vamos a esto.
Hoy quiero compartirte mi famosa receta de flan de leche (famosa entre mi familia y mis amigos, pero tú entiendes 🤣). Es una receta súper fácil. Tan fácil que la saqué de una revista infantil cuando tenía 10 o 12 años, y la vengo preparando desde que tengo esa edad.
Te recomiendo que uses una flanera (una olla de las que están hechas para este postre en específico. Se ven así.) y se consiguen hasta en los supermercados, pues como todo encaja bien, hace que el proceso de la preparación sea más fácil. Si no la tienes, puedes usar un molde redondo de aproximadamente unas 8 o 10 pulgadas de ancho (y una olla un poco más grande para el baño maría).
Ingredientes
Para el flan
1 lata de leche condensada
1 lata de leche evaporada
4 huevos
1 cucharadita de vainilla
Para el caramelo
1 taza de azúcar blanca
½ taza de agua
Preparación
Lo primero que debes hacer es poner a calentar el agua del baño maría. Si vas a usar una flanera, la olla ya viene marcada con una línea que te dice hasta dónde le puedes echar agua. Si no, procura que la cantidad de agua se mantenga al menos una pulgada y media por debajo del borde del molde (porque si no se le entrará agua al flan). Luego vas a preparar el caramelo. Sólo tienes que mezclar el agua y el azúcar en el mismo molde donde prepararás el flan (verifica primero si lo puedes poner directamente en el fuego). Lo cocinas por unos 10 minutos a fuego medio o hasta que comience a verse como en este video aquí debajo. Desde que tenga ese color, lo retiras inmediatamente del fuego y lo colocas en el baño maría.
Para el flan, sólo tienes que mezclar todos los ingredientes en la licuadora hasta que el líquido se vea espumoso. Echas la mezcla encima del caramelo, lo tapas, y lo dejas cocinar a baño maría por una hora (o hasta que le entres un cuchillo y salga limpio).
Algo extra que me gustaría contarte es que me gusta echar la mezcla sobre el caramelo cuando el caramelo aún está caliente y líquido, lo que hace que las dos cosas se mezclen y al final te quede un "mármol" flan. 😋 Si no te agrada esa idea, puede dejar que el caramelo se enfríe unos minutos antes de echarle la mezcla.
Cuando esté listo, retiras el molde del baño maría y lo dejas reposar por unos 10 o 15 minutos. Luego lo entras en el freezer por 10 minutos más. Cuando lo saques del freezer, lo desmoldas como te muestro en este video:
¡Y listo! Puedes comértelo así, tibio o, si tienes mucha paciencia (que en esta casa no tenemos 😂), puedes guardarlo en la nevera y comértelo cuando ya esté frío.
Espero que te atrevas a probar esta receta en tu casa y, si lo haces, no olvides mencionarme en tus fotos para poder verlas y compartirlas.
¡Hasta la próxima!
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